El Mobile World Congress bate récords
Aunque la puesta en escena del renovado Nokia 3310 ha sido el principal reclamo de la ya clausurada decimosegunda edición del Mobile World Congress, el certamen que une a las principales marcas de telefonía, así como de tecnología en general, ha dejado multitud de presentaciones ante los más de 108.000 asistentes que se han desplazado hasta el recinto Gran Vía Fira de Barcelona para presenciar de primera mano los últimos avances en el sector.
Tanto que, aunque en 2016 se considerara la presencia de más de 100.000 personas como una barrera insuperable, la presente edición ha roto los esquemas de los organizadores, como bien ha podido asegurar John Hoffman, consejero delegado de la GSMA, organismo comercial que representa los intereses de los operadores móviles a escala mundial: ‘Ha sido una edición de récord y se ha reforzado la posición del MWC como evento más importante del sector de las comunicaciones móviles’.
Gran parte de la culpa la tiene, como avanzábamos, la presencia del nuevo terminal de Nokia, que si bien se presentaba como una fiel actualización del teléfono que pudimos disfrutar desde el año 2000, no ha superado las expectativas creadas por el público asistente. Y es que, a pesar de que incluye muchos de los componentes que recordamos de su antecesor, el nuevo diseño y la ligereza que lo caracteriza hacen prever que no será tan resistente como lo era su ‘indestructible’ hermano.
Sin embargo, más allá del ‘plato estrella’, los 4 días en los que se han desarrollado el MWC, y en los que se congregaron ponentes hasta de hasta 208 países, ha dejado un atisbo de lo que podremos ver en la tiendas dentro de poco.
Hablamos de, entre otros gadget, los auriculares Xperia Ear Open-style Concept, también de Nokia, los cuales permiten escuchar música a la vez que se oye el entorno de la persona por medio de un sistema que conduce las reverberaciones del sonido hacia el canal auditivo de forma directa. Fuera del sector telefónico, destaca el automóvil capaz de ser conducir mediante una aplicación móvil. Con esto, el objetivo de la marca es llegar a competir en la Fórmula E, categoría paralela a la Fórmula Uno.
Con todo, un certamen que no dejó indiferente a nadie y que mantuvo a todo el mundo conectado con Barcelona, concretamente a través de más de 2.300 medios de comunicación desplazados a la Ciudad Condal, y que solo hace un punto y seguido hasta la próxima edición en 2018.